El derecho a no declarar es uno de los principios fundamentales del derecho penal en España. Pero a pesar de ser un derecho tan importante, muchas personas —sobre todo extranjeras— no lo conocen o no saben cómo usarlo correctamente.
¿Puedo quedarme callado ante el juez? ¿Me perjudica si no contesto? ¿Y si soy testigo? En Legal Allies te lo explicamos sin tecnicismos, con ejemplos y con estrategias prácticas para que no metas la pata (ni por hablar… ni por callarte demasiado).
¿Qué es el derecho a no declarar?
El derecho a no declarar te permite guardar silencio ante la policía, el fiscal o el juez, sin que eso se considere una prueba de culpabilidad. Está reconocido por la Constitución Española (art. 24.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Esto significa que:
- Nadie te puede obligar a hablar en tu contra.
- No tienes que probar tu inocencia.
- No te pueden sancionar por no colaborar con tu propia incriminación.
Sí, como en las películas: “tiene derecho a guardar silencio, y todo lo que diga podrá ser usado en su contra”. Pero aquí es aún más importante, porque de tu declaración puede depender todo tu caso penal.
¿Quién puede acogerse a este derecho?
Acusados o investigados
Si te acusan de un delito, puedes:
- No declarar en absoluto.
- Declarar solo ante el juez, pero no ante la policía.
- Hablar solo si te interesa, en el momento que elijas.
Testigos con vínculos familiares
Si eres testigo pero:
- Eres pareja del acusado,
- Eres su padre, madre, hijo o hermano,
… puedes negarte a declarar también, aunque no seas el acusado directo. Esto se llama dispensa del deber de declarar.
¿Cuándo conviene usar el derecho a no declarar?
Aquí viene lo interesante: el silencio es estratégico. No siempre conviene hablar “porque soy inocente”. Muchas veces, al declarar mal o sin pruebas, puedes complicarte más.
Casos en que se recomienda guardar silencio:
- No tienes abogado o asesoramiento claro.
- Estás nervioso, confundido o con miedo.
- No sabes qué pruebas hay contra ti.
- Estás en estado de shock por una detención reciente.
- Te imputan algo que no entiendes del todo.
En estos casos, usar tu derecho a no declarar es una medida de protección.
¿Y si ya declaré ante la policía?
Tranquilo: la declaración en sede policial no es vinculante. Puedes cambiar tu versión (con una buena estrategia, claro) en sede judicial, y el juez lo tendrá más en cuenta.
De hecho, en Legal Allies hemos visto muchos casos donde personas extranjeras confiesan por miedo, por no saber español o por firmar sin entender, y luego hay que revertir ese daño en el juzgado.
¿Puede perjudicarme callarme?
No. En principio, la ley no permite que el juez o fiscal interpreten tu silencio como señal de culpabilidad.
Pero, atención:
- Si usas mal este derecho (por ejemplo, si te niegas a declarar pero luego das una rueda de prensa…), puede afectar a tu credibilidad.
- Y si cambias muchas veces de versión, puedes generar dudas innecesarias.
Por eso, la mejor estrategia es decidir con un abogado penalista cuándo hablar, cómo hablar… o si callar.
¿Y si soy extranjero también tengo derecho a no declarar?
Esto es clave. Muchos residentes o estudiantes internacionales declaran sin saber qué está pasando, o sin un traductor oficial. A veces por miedo, a veces por presión de la policía.
¡Cuidado! Si no entiendes completamente tu situación legal, no deberías declarar nada. Tienes derecho a:
- Un intérprete,
- Un abogado,
- Y por supuesto, a no declarar.
En Legal Allies defendemos a personas de más de 40 nacionalidades, y lo primero que recomendamos si te detienen o citan es: NO HABLES SIN UN ABOGADO PRESENTE.
¿El derecho a no declarar se aplica solo en juicios?
No. El derecho a no declarar se puede ejercer:
- En el momento de la detención.
- En sede policial.
- Ante el juez de instrucción.
- En el juicio oral.
Y puedes usarlo total o parcialmente:
- No hablar de nada.
- Responder solo a tu abogado y no al fiscal.
- Negarte a responder ciertas preguntas.
Ejemplo práctico
- Una clienta nuestra fue acusada de robo por error (confusión con otra persona en una tienda). La policía la presionó para que “confesara y todo iría más rápido”. Ella usó su derecho a no declarar, esperó al abogado, y luego con las cámaras del local, demostramos que no era ella. Caso archivado, y sin dar una palabra.
El derecho a no declarar es una herramienta poderosa. Usado bien, puede evitarte condenas injustas, errores irreversibles y daños a tu historial penal.
Hablar por nervios, miedo o presión puede costarte muy caro. Callar a tiempo, con estrategia y con asistencia legal, es a veces el mejor camino.
Si te han citado para declarar o te han detenido, y no sabes qué hacer, Legal Allies te acompaña desde el primer minuto. Te asesoramos en tu idioma, explicamos tu situación y te guiamos paso a paso. Porque aquí, callar a tiempo… también es un derecho.